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Un tercio de los hogares españoles subsiste gracias a la pensión de una persona mayor

La precariedad laboral y el cambio demográfico, determinantes.

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Jubilación e identidad ocupacional

  La identidad ocupacional se refiere a la percepción que un individuo tiene de sí mismo en relación con su trabajo y las actividades laborales que realiza.  Este concepto abarca las creencias, valores y significados que una persona atribuye a su ocupación y cómo esta contribuye a su sentido de identidad y autoestima (Caza & Wrzesniewski, 2013). Para muchas personas, la ocupación no es simplemente una forma de ganarse la vida, sino una parte integral de su identidad y autopercepción.  La identidad ocupacional se desarrolla a lo largo de la vida a través de las experiencias laborales, la educación y las interacciones sociales relacionadas con el trabajo (Kirpal, 2004).  Además, esta identidad puede estar influenciada por factores como el prestigio social asociado con ciertas ocupaciones, las expectativas culturales y las normas sociales (Ashforth & Kreiner, 1999). La importancia de la identidad ocupacional radica en su impacto en el bienestar psicológico y emocional de los indiv

Jubilación

    La jubilación es un proceso crucial en la vida de una persona, marcando el fin de la etapa laboral activa y el inicio de una nueva fase sin empleo remunerado.  Este hito generalmente está asociado con cumplir ciertos criterios de edad y tiempo de servicio definidos por los sistemas de seguridad social o los empleadores (Schlossberg, 2019). No obstante, la jubilación implica mucho más que dejar de trabajar; representa una transición compleja que requiere ajustes en diversos aspectos de la vida. Para muchos, la jubilación es una oportunidad para explorar nuevos intereses, disfrutar de actividades de ocio y pasar tiempo con seres queridos (Wang, 2007).  Esta etapa puede ser vista como una recompensa tras décadas de arduo trabajo. Sin embargo, algunos pueden experimentar sentimientos de incertidumbre y pérdida, especialmente si no se sienten preparados emocional o financieramente para esta nueva fase (Reitzes & Mutran, 2004). Para aquellos que han podido planificar su jubilación de

Las personas que hablan mucho

  Hablar mucho no siempre indica un trastorno, aunque puede estar relacionado con ciertos comportamientos o condiciones. Narcisismo y Hablar Mucho Hablar mucho no es necesariamente un signo de narcisismo; podría simplemente reflejar una personalidad extrovertida o alguien con muchas ideas.  Una persona narcisista tiende a hablar casi exclusivamente sobre sí misma, no percibe cuando los demás están aburridos y redirige cualquier conversación de vuelta a ellos mismos. Además, manipulan las conversaciones para recibir elogios o parecer importantes, y a menudo convierten a sus oyentes en terapeutas no oficiales. Verborrea y Ansiedad La verborrea, caracterizada por hablar excesivamente y con fluidez, puede ser un síntoma de ansiedad, sirviendo como un mecanismo de disociación para evitar enfrentar pensamientos y sentimientos incómodos.  La persona podría usar el exceso de palabras para evitar el silencio que podría llevar a reflexiones personales difíciles. Alzheimer y Hablar Mucho Algunos